Los reptiles, a lo largo del tiempo, se han convertido en uno de los tipos de mascotas más buscados por los amantes de los animales exóticos. Entre ellos podemos encontrar geckos, iguanas, tortugas y serpientes como los más comunes, pero no son los únicos. Sin embargo, tener un animal exótico como mascota requiere de muchísima atención y percepción ante los cambios más leves que pueda presentar ya que sus enfermedades y síntomas pueden pasar desapercibidos para aquellos que estén poco acostumbrados a tratar con estos animales.

Por ello, en este artículo queremos mostrarte los síntomas más comunes que pueden alertarte de una posible enfermedad en tu reptil. Así podrás dirigirte rápidamente a un veterinario que pueda brindarle la atención que necesita antes de que un pequeño problema se convierta en un riesgo para su vida y su salud.

Abscesos con pus

Los abscesos son acumulaciones de pus producidas en heridas o aberturas naturales del cuerpo que se encuentran expuestas a bacterias, hongos, parásitos, cuerpos extraños, etc. En los reptiles, estas pueden ser producidas por peleas con otros animales (que pueden tratarse de otros ejemplares de reptiles, o incluso de presas vivas que ellos intentan ingerir). A su vez, también es posible contraer la infección causante del absceso debido al contacto con aguas contaminadas y otros agentes patógenos.

Problemas con la muda de piel

La muda de piel, característica de los reptiles, es técnicamente llamada ecdisis y se trata de un proceso en el que estos animales se desprenden de una capa de piel vieja para dar paso a una más nueva y fuerte. El proceso por el cual realizan la muda depende de la especie del reptil: las serpientes, por ejemplo, cambian su piel completamente en una sola muda mientras que los geckos lo hacen por partes.

Sin embargo, existen inconvenientes que pueden presentarse durante este proceso y producir una disecdisis (retención en la muda) capaz de provocar infecciones en la piel del reptil. Podemos identificarlo debido a que se acumulan placas o trozos de piel muerta (de color opaco) sobre la piel del animal, sus causas pueden ser ambientales (como exposición a la luz, humedad y temperatura) u enfermedades propias del reptil, por lo que deberás consultar con un veterinario especializado para esta situación.

Diarrea y estreñimiento

De forma natural las heces de los reptiles son firmes y se endurecen rápidamente después de ser expulsadas. Por este motivo, si percibes que tu reptil defeca de forma acuosa o con mucha mucosa este es un claro signo de enfermedad y deberá ser atendido por un veterinario. A su vez, estos animales suelen defecar cada pocos días, pero si ves que tu reptil no defeca por un período de tiempo prolongado puede deberse a un taponamiento (obstrucción del sistema digestivo que impide que el animal defeque con normalidad) y se trata de un caso que requiere atención urgente o podría culminar con la muerte del animal.

La causa de estas condiciones puede deberse a una mala alimentación (muchos dueños de reptiles optan por darles alimentación casera o de bajo presupuesto y carente de nutrientes esenciales) o por inconvenientes ambientales en su terrario o el lugar donde se encuentre.

Neumonía

A diferencia de los mamíferos, los reptiles carecen de diafragma, por lo que el ejercicio de inhalación y exhalación de aire se realiza gracias al movimiento de los músculos respiratorios y de su musculatura abdominal. Esta carencia de diafragma hace que al tener dificultades respiratorias los reptiles no tosan como lo hacen los mamíferos. Sin embargo, los síntomas de esta dolencia incluyen respiración con boca abierta, silbidos o sibilancias respiratorias, descargas nasales y oculares, depresión y anorexia, y suelen ser consecuencia de una infección respiratoria provocada por bacterias, virus, hongos o parásitos.

Temperatura corporal baja

Debido a que los reptiles carecen de la posibilidad de regular su temperatura interna estos necesitan disponer de áreas con diferentes temperaturas dentro de su terrario. De forma natural, suelen buscar espacios cálidos para calentar su organismo (especialmente la zona del abdomen), pero en ciertas ocasiones pueden necesitar alejarse de ese calor por lo que necesitan disponer también de una sección un poco más fría. Por lo tanto, si un reptil muestra una temperatura baja constante (especialmente en el abdomen) este es un síntoma de enfermedad.

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